Éste es el análisis de la situación política nacional que hemos elaborado desde Estrategos estudiando de forma pormenorizada los últimos datos del barómetro del CIS de marzo.
1. La crisis en Ucrania refuerza a Sánchez
El voto socialista se reencuentra con Sánchez. Se refuerza su fidelidad de voto, crece en preferencia presidencial, revive las transferencias que el PSOE recibía de Ciudadanos y frena la fuga de votos hacia Podemos. El primer impacto de la guerra en Ucrania refuerza al presidente del Gobierno, por lo que en el siguiente barómetro se confirmará si las medidas para paliar el impacto económico en la población siguen afianzando a Sánchez.
2. La llegada de Feijóo concentra de nuevo al votante del PP
La expectación que ocasionan los nuevos liderazgos, así como el nuevo perfil, aparentemente más pactista, más ‘de Estado’, y donde Isabel Díaz Ayuso sale reforzada, al haberse pactado con VOX en Castilla y León, concentran de nuevo al elector del centroderecha en torno al PP.
3. Feijóo y Ayuso, condenados a entenderse
Feijoó resuelve la crisis, pero no el problema de liderazgo interno. Solo la mitad de los electores del PP lo prefieren como presidente, mientras que 1 de cada 4 electores populares preferirían a Ayuso como lideresa de los populares. Feijoó llega con expectativas, pero tiene un liderazgo aún por construir a nivel interno, en el que, quiera o no, se debe de entender con Ayuso. De ello dependerá gran parte de su éxito electoral.
4. Sigue la situación de ingobernabilidad
La división de Unidas Podemos ocasionada por la guerra, la práctica desaparición de Ciudadanos, así como el retroceso de Más País y la incertidumbre que generan las posibles nuevas plataformas de la España Vaciada dejan a España aún en una situación de ingobernabilidad, donde ninguno de los bloques llegaría a sumar los 176 escaños, tan solo pactando con Junts per Catalunya o la CUP se desencallaría la situación.
5. Ucrania, y sus consecuencias económicas, ya preocupan más que el Covid.
El Covid, así como el miedo que este nos generaba, han quedado atrás. Para gran parte de la sociedad la ‘gripalización’ del Covid es ya un hecho. Lo que preocupa es la situación económica y cómo se va a resolver la crisis energética, la escalada de precios y, ahora, el posible desabastecimiento ocasionado por la huelga del sector del transporte. De cómo se resuelva dependerá gran parte de la situación política nacional.
SITUACIÓN ELECTORAL
Después de todos los acontecimientos de mitad del mes de febrero y marzo, la reestimación propia del CIS, y la que nos muestra la situación electoral sobre la que trabajamos, sitúa al PSOE con el 28,8% de los votos válidos, llegando casi a los siete millones de electores, el PP supera también la barrera de los 6.2 millones de votos. VOX y Unidas Podemos son los que retroceden respecto al CIS de enero, donde Unidas Podemos se situó en 3.5 millones y 44 escaños, y VOX con 4.1 millones, 65 escaños y a poco más de un millón de votos del PP, cerca de un sorpasso que llegó a tener en los momentos más agudos de la crisis de los populares.
Feijóo llega a recomponer el voto del centroderecha, y reforzar al elector popular. La ilusión, la expectativa del cambio, juega a su favor. En las siguientes matrices de diferencias, se observan en azul los movimientos que ha ocasionado la llega de Feijóo, si los comparamos con la matriz resultante del CIS de enero, vemos como se ha reforzado el voto popular en 5.3%, y se ha recortado la transferencia a VOX en 0.7%, además ha aumentado en un 18% la transferencia que el PP recibía de Ciudadanos, hasta hacerse con casi el 43% de los electores naranjas, y también ha aumentado en 1,2% la transferencia que recibían de VOX.
Lo que Feijóo ha despertado entre los electores del lado derecho es, por un lado la ilusión y la expectativa a algo nuevo, como decíamos, pero a la vez ha dejado claro que el mayor activo electoral del PP, Ayuso, ha ganado frente a Casado, y esto lanza un mensaje poderoso a la derecha más derecha. De momento, ha conseguido encajar entre el imaginario colectivo de la derecha la idea de que Ayuso sigue siendo un peso fuerte en el PP, con libertad en su camino, pero a la vez ha imprimido un aire de consenso, de pacto, de centrismo, que por él mismo ya representaba. Por tanto, la resolución de la crisis interna ha concentrado en Feijoó el voto de centroderecha, ha resuelto la crisis reforzando la posición de Ayuso, resolviendo con ello las aspiraciones del elector más a la derecha del PP, y ha pactado con VOX en Castilla y León, que esto bajo una lógica electoral de la derecha, es positivo. Por ello consiguen aumentar las transferencias recibidas de Ciudadanos y del PSOE, así como frenar las fugas a VOX y reforzar su fidelidad de voto.
El PSOE ha reducido las transferencias que tenía hacia otros partidos, mejorando su fidelidad de voto, y las transferencias que recibía de Más País y de Ciudadanos, y llegando a recibir casi medio millón de votos de “Otros” y otro medio millón de los abstencionistas, recuperando también a los desmovilizados y dejando su abstención en medio millón de votantes. La crisis de Ucrania, el posicionamiento frontal frente a Putin, la agenda internacional del presidente y su liderazgo europeo en temas como la energía, han reforzado su figura y su posicionamiento.
A Unidas Podemos, en cambio, la crisis de Ucrania le supone un lastre electoralmente hablando. Si la división entre el liderazgo por el envío de armas a Ucrania abrió portadas, también ha dividido a su electorado en dos mitades. El 51% de sus electores apoyaría el envío de armamento, de ahí se explica parte de la desmovilización que se aprecia en este CIS.
Vox también puede estar notando el efecto de la guerra, pero en su caso, el acercamiento que en su momento tuvo la extrema derecha con el presidente ruso envía a electores a la abstención y rebaja su fidelidad de voto. Entre sus electores, Putin es valorado con un 1,5% de media, y son quienes más apoyan una intervención militar para ayudar a Ucrania. El pacto en Castilla y León podría ser la causa de parte del aumento de electores que estaría regresando al PP, que ya lo ven como el partido útil, y con menos complejos frente a VOX.
En el caso de los bloques, el bloque de derechas seguiría por delante con en torno a un 45% de los votos, mientras que el bloque de izquierdas se estaría acercando a esa misma cifra, motivado principalmente por la mejora del posicionamiento electoral del PSOE gracias a la crisis ucraniana.