Nos encontramos todas las semanas con algún cliente que tiene la imperiosa necesitar de mejorar su oratoria. Diputados, concejales, cargos públicos… que por el motivo que sea necesitan aprender a cómo hablar en público, cómo controlar sus emociones, sus nervios, como mejorar sus discursos o cómo enfrentarse a un periodista sagaz o a una rueda de prensa llena de ojos mirando fijamente.
El don de la comunicación, que de tanta ayuda es en política. Uno no se da cuenta de su importancia hasta que tiene que servirse de él. Llega el momento y ¡no sabe cómo! Pues bien, no sufras porque la comunicación al final es una habilidad y se puede aprender.
En parte ese es el problema. La teoría está muy bien pero no sirve en política. Hace falta práctica. Por eso mismo lo primero que les decimos a nuestros clientes es: ¡te vamos a dar caña!
La experiencia de aprender con un EAR
En eso consisten nuestros EAR, Entrenamientos de Alto Rendimiento. Como en el deporte, nos marcamos unos objetivos junto con el cliente y unos plazos, generalmente muy cortos, es decir se trata de una formación intensiva y trabajamos codo con codo para obtener de él el mejor de su rendimiento.
Es un entrenamiento en toda regla. Exigente, conciso y muy preciso. Dependiendo del perfil de la persona, de su nivel de destreza comunicativa y de su experiencia, el entrenamiento dura más o menos. Ofrecemos EAR de entre 16 a 40 horas.
Somos como un personal trainer que analiza la condición inicial de la persona, concreta conjuntamente con él/ella unos objetivos y marca una línea de trabajo a desarrollar con una parte de ejercicio práctico muy alto.
Tratamos todas las habilidades relacionadas con la comunicación política, desde técnicas de cómo hablar en público, discurso, comunicación no verbal, discurso, control de las emociones…Por ejemplo hay un efecto muy desagradable que le ocurre a muchas personas que tiene que ver con el estrés o el nerviosismo cuando tienen que enfrentarse a algún tipo de intervención pública: la sudoración.
Es un efecto de nuestro cuerpo, que no se puede controlar y que puede provocar que nuestra ansiedad aumente todavía más. Nos hemos encontrado casos exagerados, que en intervenciones televisivas todavía se acusaba más por la luz del plató.
¿Qué hacer en estos casos? S.O.S HELP
A corto plazo hay algunos tips que nos pueden ayudar:
- Hacerse una limpieza de cara en un centro estético.
- Mantener la cara limpia cada día y evitar productos oleosos. Lavarse cada noche el rostro antes de dormir con un jabón neutro y luego secarse suavemente con una toalla exclusiva para ello y repetir el proceso al levantarse.
- Recurrir a maquillajes especiales.
- En casos extremos incluso se podría recurrir al botox.
Puede parecer exagerado pero de verdad que es un problema que muchos no saben cómo controlar. Evidentemente esto es algo a corto plazo y un parche en cierto modo. El objetivo central sería reducir la sudoración con el desarrollo de habilidades que le permitieran al usuario controlar su comunicación tanto verbal y no verbal de manera que aumentara su confianza, lo que se traduciría en un disminución de la sudoración.
Formación orientada a resultados
Es solo un ejemplo, de las muchas cosas que trabajamos en los EAR. Pero nos permite mostrar que lo que ofrecemos con este tipo de programas de formación son resultados. Ayudamos, en poco tiempo, a que las personas se desenvuelvan con una comunicación eficaz. En el caso de la política, es algo imprescindible. Una herramienta necesaria ya que la comunicación es el rol principal del liderazgo y es la manera de conectar con los ciudadanos.
Tenemos un catálogo de EAR variado, además de éste de comunicación política y oratoria que hemos comentado, trabajamos también imagen, debate político o preparación parlamentaria. Puedes encontrar más información de nuestra formación aquí.
Y si tienes algún otro problema concreto relacionado con la comunicación que te inquieta o que no sabes cómo abordar, déjanos un mensaje o lanza un tweet. Estaremos encantados de ayudarte en la medida que podamos.