Lo que Uber, Bla Bla Car, Cabify, Instagram, Pinterest, Airbnb, Tuenti, Menéame, Privalia, Edreams, Infojobs, Groupalia… tienen en común es que todas ellas se iniciaron como una startup. Empresas que surgieron de una idea (la mayoría de las veces una idea de jóvenes emprendedores) y que se han convertido en muy poco tiempo en referencia y no solo eso, además están marcando las líneas de un nuevo sector empresarial, el de las empresas de base tecnológica, que cada vez es más importante en las economías mundiales.Pero vayamos por partes. ¿Qué es una startup?
Una startup se caracteriza por:
- Ser una empresa con una fuerte base de innovación y tecnología. No necesariamente tiene que desarrollarse en Internet, pero la mayoría así lo hacen.
- Crecer o escalar de manera acelerada.
- Tienen una gran flexibilidad para adaptarse a las necesidades del mercado.
- Son empresas donde un grupo reducido de personas, con la inversión adecuada, consiguen desarrollar una idea y llevarla a cabo con mucho esfuerzo y trabajo.
Pero cuidado una startup no es la panacea. 9 de cada 10 fracasan. Aunque otro dato, casi el 90% de los jóvenes emprendedores que fracasan, vuelven a intentarlo en el futuro con nuevos proyectos.
Hace poco conversando con el Presidente de una de las lanzaderas de startups más grandes de España me dijo algo así como “nuestras startups están funcionando bien a pesar de la Administración”.
¡Se refería a la administración pública! Claro si es que no hablan el mismo idioma…
Fijaros, una startup hemos visto que es una organización moderna, innovadora, flexible, rápida, en movimiento constante, tecnológica…
Una administración pública es burocrática, lenta, compleja, antigua, tradicional, inmóvil…
¡Nada tiene que ver una cosa con la otra! ¿Cómo va a fluir la conversación entre estas dos organizaciones? Es casi imposible. El sector empresarial se mueve mucho más rápido que el sector público, ahora mismo las reglas del juego, la normativa, la Administración… no promueven ni fomentan una cultura emprendedora en la línea que estamos comentando.
Me pregunto qué pasaría si las startups tuvieran más facilidades. Cómo de larga sería esa lista de empresas exitosas que hemos enumerado al principio. Hoy por hoy es una quimera. Pero estamos en momentos de cambio.
Las startups tienen la oportunidad de influir, de marcar cómo deberían ser las reglas en el sector. De tomar posiciones porque aún está todo por hacer. Y ahí es donde nosotros somos útiles. Porque hablamos el idioma de la Administración pero también el del emprendedor. Somos ese intérprete que te ayuda a saber qué decir y cómo decirlo, dónde y cuándo y que será garantía del buen entendimiento. Esto se llama Asuntos Públicos, es lo que mejor sabemos hacer y queremos ponerlo al servicio del sector de las startups. Al fin y al cabo, Estrategos también es una startup 😉
Autora:
Amparo Plaza