Autor: Tomás Pascual Ruiz
Más de 4 meses después de las elecciones nuestros líderes políticos siguen sin llegar al entendimiento para conseguir formar Gobierno. El primer mes después de las elecciones se podían oír voces que recordaban el caso de Bélgica que aseveraban que no les fue mal después de más de un año y medio sin Gobierno, sin embargo pronto nos dimos cuenta de que había Gobierno, pero no había sido elegido por la ciudadanía.
El caso de Bélgica es un caso aislado en Europa, no es corriente tardar 589 días en llegar a un acuerdo. De forma usual y normalizada en los países europeos los partidos políticos negocian de forma exitosa para formar gobiernos. El desbloqueo de la situación en Bélgica llegó por el acuerdo entre partidos, y como éste, el Gobierno actual también es resultado de negociaciones como fue el anterior.
Son tan habituales los Gobiernos de coalición que se han llegando a construir coaliciones que en España miramos con ojos de asombro por la dificultad de que se pueda aplicar en la política española, como puede ser el caso de Grecia, donde Syriza, partido encabezado por Alexis Tsipras forma Gobierno de coalición con el apoyo del partido ANEL considerados ultraconservadores, sin embargo esta coalición vio la luz después de dos elecciones, un corralito, un referéndum y todo tipo de negociaciones con la UE. Estos dos partidos que forman parte de un espectro ideológico contrapuesto consiguieron ver los que les unía, que en este caso fue su rechazo a las políticas europeas de la Troika.
En Holanda existe un Gobierno de coalición entre el Partido Laborista PvdA y los liberales, en términos españoles vendría a ser una coalición entre Ciudadanos y PSOE. Muy parecido es el caso de Luxemburgo donde el liberal Xavier Bettel gobierna con el apoyo de los Verdes y Laboristas.
Nuestro vecino Portugal tiene un Gobierno en minoría encabezado por el Primer Ministro Antonio Costa, apoyado por los partidos de izquierdas Bloco de Esquerda y Partido Comunista. Sin embargo es nuestro otro vecino él que más tradición de negociación tiene, fue el creador del concepto de cohabitación política entre un Primer Ministro y un Presidente de Gobierno de diferentes partidos, igual es por ello que en Francia, François Hollande forma Gobierno gracias a los apoyos del Partido Ecologista y la Izquierda Radical.
El colorido del Parlamento italiano se ve reflejado en su Gobierno, conformado por miembros de 4 partidos diferentes y dos independientes. Matteo Renzi del Partido Democrático llegó a un acuerdo con Nueva Centroderecha, Elección Cívica y Unión de Centro, todos ellos partidos moderados.
Hasta el momento todavía no se ha visto una Gran Coalición, situación que en España cuenta con muchos detractores, la más conocida es la que llevó a Angela Merkel en dos ocasiones a ser Canciller de Alemania junto a los socialdemócratas del SPD, sin embargo ya contaba con un precedente en su país, en 1966 Kurt Georg Kiesinger consiguió llegar a la cancillería con esta misma fórmula. Pero también Austria que se encuentra en estos momentos en proceso de primarías cuenta con un Gobierno de estas características.
Estonia, Reino Unido, Lituania, Eslovenia, Dinamarca o Suecia son otros países que han contado recientemente con Gobiernos nacidos de la negociación entre partidos en ocasiones de ideologías más próximas y en otras menos.
Es bueno recordar estas situaciones ya que a pesar de bloqueo actual de la política española, de celebrarse nuevos comicios la fragmentación del parlamento persistirá. Existe la posibilidad de que los futuros resultados se asemejen tanto a los actuales nos hagan batir el record de 589 días de desgobierno belga, a menos que cambien las posturas de los actuales partidos; o bien de que alguno de los partidos consiga votos suficientes para conseguir un Gobierno que requiera menos apoyos y por lo tanto de menos entendimientos.