- ¿Cómo influye la inteligencia artificial en la política?
- ¿Cuáles son los tres tipos de inteligencia artificial?
- Clasificación de la inteligencia artificial
- Aplicaciones de la inteligencia artificial en la política
- ¿Qué son las políticas de IA?
- Marco regulatorio y políticas públicas sobre inteligencia artificial
- Ética y responsabilidad en la implementación de la IA en la política
- Desafíos futuros de la inteligencia artificial en la política
- Riesgos de manipulación y desinformación
- Democracia directa y el papel de la IA en el futuro político
- Bibliografía y fuentes consultadas
¿Cómo influye la inteligencia artificial en la política?
Implicaciones políticas de la inteligencia artificial
Lo hemos visto recientemente tras la victoria de Trump en Estados Unidos y su segundo mandato: Un mundo idealizado en Gaza, como destino turístico y sin rastro de la guerra. Todo difundido en redes sociales. O una supuesta pelea en la Casa Blanca entre Zelenski y el propio Trump (falsa) a raíz de la conversación, subida de tono, que mantuvieron en el Despacho Oval (real). En el ámbito más próximo, el presidente del Gobierno tuvo que pedir disculpas por un vídeo, creado con IA, que había difundido el PP caricaturizando a varios altos cargos del PSOE como si fueran participantes de un reality grabado en un país caribeño y vinculado a la corrupción.
La inteligencia artificial (IA) está transformando rápidamente el modo en que se desarrolla y ejerce la política a nivel global. Desde algoritmos capaces de predecir comportamientos electorales hasta sistemas automatizados de toma de decisiones, la IA ha irrumpido en el corazón de las democracias modernas. «Estamos asistiendo a una revolución silenciosa en la forma en que los gobiernos gestionan la información y planifican estrategias», señaló Nuria Oliver, directora de la Fundación ELLIS Alicante y experta en IA, durante su intervención en el Global Talent Summit 2022.
Uno de los ejemplos más significativos es el uso del big data y el aprendizaje automático en campañas electorales. Plataformas como Cambridge Analytica mostraron el potencial —y los riesgos— de utilizar algoritmos para segmentar mensajes políticos y microdirigirlos a perfiles específicos de votantes. Aunque aquella experiencia generó un escándalo internacional, muchas formaciones políticas siguen empleando tecnologías similares de forma más refinada.
Inteligencia artificial y políticas públicas
La IA también está siendo integrada en el diseño y ejecución de políticas públicas. Desde sistemas predictivos en sanidad hasta algoritmos que priorizan el mantenimiento urbano, las administraciones públicas utilizan estas herramientas para aumentar la eficiencia y reducir costes. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Helsinki utiliza IA para optimizar rutas de recogida de residuos, mientras que el gobierno de Estonia emplea sistemas automatizados para gestionar procedimientos legales y administrativos.
Según el informe “State of Implementation of the OECD AI Principles” (2023), el 85% de los países miembros están desarrollando o implementando estrategias nacionales de IA. «El potencial es enorme, pero también lo son los retos, especialmente en términos de equidad, transparencia y gobernanza», advirtió Ana Neves, directora de Ciencia y Tecnología de la OCDE, durante la presentación del informe en París.
En nuestro país, el Consejo de Ministros aprobó en mayo de 2024 la Estrategia de Inteligencia Artificial 2024, que da continuidad y refuerza la Estrategia de Inteligencia Artificial (ENIA) publicada en 2020, en cumplimiento del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), y la adapta a los nuevos avances tecnológicos. El impulso de la inteligencia artificial también está contemplado en la Agenda España Digital 2026 como un elemento clave de carácter transversal para transformar el modelo productivo e impulsar el crecimiento de la economía española. El Gobierno mantiene en sus planes aplicar la IA en el ámbito sanitario, en la enseñanza y el aprendizaje, a nivel medioambiental y en la Administración Pública y las empresas.
¿Cuáles son los tres tipos de inteligencia artificial?
Clasificación de la inteligencia artificial
Para comprender mejor su aplicación en el ámbito político, conviene distinguir entre los tres tipos de IA:
- IA estrecha (ANI, por sus siglas en inglés): sistemas diseñados para realizar tareas específicas, como el reconocimiento facial o la predicción de tendencias de voto.
- IA general (AGI): una inteligencia que puede realizar cualquier tarea cognitiva que un ser humano pueda desempeñar. Todavía es hipotética.
- IA superinteligente (ASI): una forma avanzada de IA que supera la inteligencia humana en todos los aspectos. Esta categoría se mantiene en el terreno especulativo, pero es objeto de intensos debates éticos y filosóficos (Bostrom, N. “Superintelligence”, Oxford University Press, 2014).
Actualmente, todas las aplicaciones políticas de la IA se enmarcan en la primera categoría (IA estrecha).
Aplicaciones de la inteligencia artificial en la política
Las principales aplicaciones políticas de la IA incluyen:
- Análisis de opinión pública: herramientas de procesamiento del lenguaje natural (PLN) permiten analizar millones de interacciones en redes sociales y detectar tendencias o movimientos emergentes (McKinsey, «Global AI Survey», 2023).
- Ciberseguridad y vigilancia: los gobiernos utilizan IA para detectar amenazas digitales y proteger infraestructuras críticas (Informe ENISA, 2023).
- Asistentes virtuales ciudadanos: cada vez más administraciones implantan chatbots y sistemas de respuesta automatizada para agilizar la atención al público. Por ejemplo, el chatbot «LAIA» del Ayuntamiento de Madrid.
- Modelos predictivos para políticas sociales: por ejemplo, estimar la evolución del desempleo o la demanda de servicios sociales (World Bank, “AI in Public Sector”, 2022).
¿Qué son las políticas de IA?
Marco regulatorio y políticas públicas sobre inteligencia artificial
El vertiginoso avance de la IA ha obligado a los gobiernos a desarrollar marcos regulatorios que garanticen un uso seguro y ético de estas tecnologías. En este sentido, la Unión Europea ha tomado la delantera con la aprobación del Reglamento de Inteligencia Artificial en 2024, la primera legislación global sobre IA que clasifica los usos de esta tecnología según su nivel de riesgo.
«La ley europea es pionera porque busca proteger derechos fundamentales sin frenar la innovación», destaca Alex Engler, investigador del Brookings Institution, en un análisis publicado en Brookings.edu (abril 2024). El reglamento prohíbe sistemas de vigilancia masiva sin autorización judicial, exige transparencia en los algoritmos y establece obligaciones específicas para usos de alto riesgo, como la educación, la sanidad o la justicia.
A nivel nacional, España lanzó en 2020 su Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA), como hemos mencionado, dotada con más de 600 millones de euros para fomentar un desarrollo inclusivo y sostenible de la IA (Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Gobierno de España).
En América del Sur, países como Brasil, Chile y México también han impulsado estrategias similares (CAF, «Estrategias Nacionales de IA en América Latina», 2023).
Ética y responsabilidad en la implementación de la IA en la política
Uno de los grandes retos actuales es garantizar que la IA se utilice con criterios éticos. «No podemos permitir que la IA perpetúe sesgos o decisiones injustas», subraya Virginia Dignum, profesora de Ética de la IA en la Universidad de Umeå, en declaraciones recogidas por Nature Machine Intelligence (2023). La transparencia algorítmica, la explicabilidad de los sistemas y la supervisión humana son principios fundamentales que deben guiar cualquier implementación en el ámbito político.
La UNESCO, en su documento “Recomendación sobre la ética de la inteligencia artificial” (2021), promueve una gobernanza global basada en los derechos humanos, la justicia social y el desarrollo sostenible.
Desafíos futuros de la inteligencia artificial en la política
Riesgos de manipulación y desinformación
Uno de los riesgos más preocupantes es el uso de la IA para generar y difundir desinformación. Herramientas como los deepfakes y los modelos generativos (como GPT o DALL-E) pueden crear contenidos falsos extremadamente realistas, con potencial para influir en elecciones o desestabilizar gobiernos. La Comisión Europea, en su “Plan de Acción contra la Desinformación 2024”, ha advertido sobre la necesidad de reforzar la alfabetización mediática y regular los contenidos manipulados por IA.
«Nos enfrentamos a una era de hiperrealidad en la que distinguir lo verdadero de lo falso será cada vez más difícil», alertó el politólogo Cas Mudde en un artículo publicado en Foreign Policy (enero 2024). Los expertos coinciden en que es urgente desarrollar mecanismos de verificación y responsabilizar a las plataformas digitales.
Democracia directa y el papel de la IA en el futuro político
Pese a los riesgos, la IA también podría abrir nuevas oportunidades para fortalecer la democracia. Algunas iniciativas experimentales exploran el uso de algoritmos para facilitar procesos de democracia participativa y presupuestos colaborativos. Incluso se plantea la posibilidad de integrar sistemas de IA que asesoren a los ciudadanos en procesos deliberativos complejos.
«La IA no debe reemplazar a la decisión humana, pero puede ser una herramienta poderosa para mejorar la calidad del debate público», sostiene Beth Noveck, directora del Governance Lab de la Universidad de Nueva York, en su ensayo «Smart Citizens, Smarter State» (Harvard University Press, 2016).
Bibliografía y fuentes consultadas
- Oliver, Nuria. Intervención en el Global Talent Summit 2022. Fundación ELLIS Alicante.
- OCDE. “State of Implementation of the OECD AI Principles”, 2023. https://www.oecd.org/digital/artificial-intelligence/
- Bostrom, Nick. “Superintelligence: Paths, Dangers, Strategies”. Oxford University Press, 2014.
- McKinsey & Company. “Global AI Survey”, 2023. https://www.mckinsey.com/business-functions/mckinsey-digital/our-insights/global-survey-the-state-of-ai-in-2023
- ENISA. Informe sobre Ciberseguridad e Inteligencia Artificial, 2023. https://www.enisa.europa.eu/publications/artificial-intelligence-threat-landscape
- Banco Mundial. “AI in Public Sector”, 2022. https://www.worldbank.org/en/topic/digitaldevelopment/brief/artificial-intelligence-in-the-public-sector
- Reglamento de Inteligencia Artificial de la Unión Europea, 2024. https://digital-strategy.ec.europa.eu/en/policies/european-approach-artificial-intelligence
- Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA), Gobierno de España. https://www.mineco.gob.es/portal/site/mineco
- CAF. “Estrategias Nacionales de IA en América Latina”, 2023. https://www.caf.com/es/actualidad/noticias/2023/02/estrategias-nacionales-de-inteligencia-artificial-en-america-latina/
- Dignum, Virginia. Declaraciones en Nature Machine Intelligence, 2023. https://www.nature.com/natmachintell/
- UNESCO. “Recomendación sobre la ética de la inteligencia artificial”, 2021. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000381137
- Comisión Europea. “Plan de Acción contra la Desinformación 2024”. https://digital-strategy.ec.europa.eu/en/policies/online-disinformation
- Mudde, Cas. “Deepfakes and Democracy”, Foreign Policy, enero 2024. https://foreignpolicy.com/2024/01/10/deepfakes-democracy-artificial-intelligence/
- Engler, Alex. “The EU AI Act Is a Pioneering Framework”, Brookings Institution, abril 2024. https://www.brookings.edu/articles/the-eu-ai-act-is-a-pioneering-framework/
- Noveck, Beth Simone. “Smart Citizens, Smarter State: The Technologies of Expertise and the Future of Governing”, Harvard University Press, 2016.
Citas destacadas
- “Estamos asistiendo a una revolución silenciosa en la forma en que los gobiernos gestionan la información” – Nuria Oliver.
- “El potencial es enorme, pero también lo son los retos” – Ana Neves, OCDE.
- “No podemos permitir que la IA perpetúe sesgos o decisiones injustas” – Virginia Dignum.
- “Nos enfrentamos a una era de hiperrealidad en la que distinguir lo verdadero de lo falso será cada vez más difícil” – Cas Mudde.
- “La IA no debe reemplazar a la decisión humana, pero puede ser una herramienta poderosa para mejorar la calidad del debate público” – Beth Noveck.