Estrategos nace del fracaso. Nace de las ruinas de un proyecto político fallido; de la necesidad de reinventarse; de sacar una familia hacia delante. Pero también de la esperanza. Estrategos es la suma de la experiencia adquirida durante años en despachos políticos. Estrategos es también las ganas, muchas, de volcar todo aquello, de reconvertirlo, de seguir provocando cambios sociales, legislativos, de poner en común empresas, política y sociedad e intentar que, en algunos puntos, caminen juntos. Sí, aquí hay una empresa, pero también un grupo de personas (muy) ‘idealistas’ que creemos que estemos donde estemos seguiremos cambiando las cosas

El origen

Nuestra historia empieza cuando nos juntamos Amparo Plaza, Sergio López, entre otros, en nuestros últimos días en el Congreso de los Diputados. Sabíamos que el final estaba escrito, nos sentíamos huérfanos políticos  y unos  pocos nos juntamos a reflexionar sobre nuestro futuro y cómo podríamos hacer que aquel bagaje fuera útil a la sociedad. Puede resultar utópico escuchar esto, pero lo cierto es que éramos -somos-, un grupo que llegó a la política cuando la crisis política desdibujaba el funcionamiento de las instituciones en menoscabo de los derechos de la ciudadanía. Éramos de los que creíamos que se podían cambiar las cosas desde dentro. Éramos de los que cambiamos cosas. Si lo habíamos hecho una vez, podíamos volver a hacerlo. Si lo habíamos hecho desde dentro, podríamos hacerlo desde fuera. Solo teníamos que darle la vuelta a aquel viaje.  

Concluimos que de la política activa debíamos pasar al entorno empresarial para aportar nuestro granito de arena a un sector como son los asuntos públicos que, a priori, parecía copado. Nunca nos ha dado miedo la competencia. Creemos que es un factor dinamizante y retador propio de cualquier ámbito. Había partido. Lo teníamos claro. Pero, ¿cuál era nuestro elemento diferenciador? ¿Cómo podíamos enriquecer al sector? ¿Había otra forma de hacer las cosas? 

Nuestro valor

Así, nos centramos en buscar nuestro valor diferencial. Éramos especialistas en toma de decisiones y en técnica legislativa. Nuestro grupo era la sombra de líderes políticos; los que estaban detrás, apoyándolos, escribiendo las iniciativas, pensando estrategias, haciendo campañas, gestionando los contactos, apoyando y filtrando la información continuamente… Éramos la mano de obra detrás de los titulares. Las cabezas pensantes. Los escritores de iniciativas. Los detectores de oportunidades. Los que recogían las reivindicaciones de la sociedad. No teníamos más que trasladar ese trabajo de  gabinete para los políticos a la sociedad civil, empresas, organizaciones y asociaciones. En definitiva, lo mismo pero con otra mirada para crear estrategias que provocaran cambios reales.

Así comenzamos una andadura difícil no muy distinta a la que se embarcan miles de proyectos en este país. Nos reuníamos semanalmente en una casa y teletrabajamos el resto del tiempo.  Desidealizamos el mito del emprendimiento, como les ha ocurrido a muchos otros emprendedores en este país y como todo inicio nos sumergimos en una montaña rusa de emociones y expectativas. Lo más complicado fue tener nuestro primer cliente. El primer caso, que dirían los abogados. Nuestro motor siempre ha sido “tener hambre” por conseguirlo. Ninguno teníamos experiencia en ese sector, pero las trabas las superamos buscando una oportunidad y aprendiendo a marchas forzadas en equipo junto al cliente. Somos un equipo al que le gusta hacer equipo con el cliente

 

Sin ser especialmente conocidos, sin marca, sin patrocinadores, suplimos nuestras carencias con metodología, dedicación y profesionalidad. Demostramos que podíamos hacerlo. Entendimos que era clave superar las dificultades partidistas y, sin apenas recursos, formamos un equipo transversal que aunó diferentes sensibilidades. Pronto se juntó David Alcobendas y después llegaron Carlos Gorostiza, Pablo Pichel o Mayka Paniagua, personas que se acercaron y, por qué no decirlo, arriesgaron, involucrándose en un proyecto tan incipiente. Han pasado cinco años de aquello. Siguen siendo claves en un  proyecto que no se entendería sin ellos. Después llegaron otros. Otros apellidos. Otras experiencias. Otros expertises. Todos iguales de valiosos. 

Con método y equipo

Es de rigor reconocer que han sido muchos los rechazos que tuvimos, sobre todo al principio, pero a cada rechazo contestamos con rigor  y constancia. Solo  demostrando ese valor añadido pudimos abrir puertas y quedarnos dentro. Hemos desgastado mucha suela de zapato pidiendo esa oportunidad y sólo se puede decir gracias a aquellos que apostaron por Estrategos y vieron de primera mano los resultados de nuestro trabajo. 

Hemos ido creciendo con las dificultades de cualquier aprendizaje. Ahora somos 25 profesionales de distintos ámbitos y no tengo dudas que es gracias al EQUIPO y la constancia y el esfuerzo de nuestro trabajo lo que nos ha hecho llegar hasta aquí. Estos cinco años no han sido fáciles. Hemos trabajado la suerte, con humildad, con los pies en el suelo, ganando cada cliente juntos porque nunca fue más cierto que la unión del equipo hace la fuerza. 

No nos hemos puesto límites, ni siquiera de cara al futuro, simplemente creemos en mejorar siempre y dar el mejor servicio posible con pasión por la política a pesar de la incertidumbre y la volatilidad de la misma. 

El error de estos días es no haber parado para celebrarlo como se merece, prometo que eso lo resolveremos pronto. 

¡Feliz aniversario Estrategos!

 

Francisco Jerez Lozano

Director General de Estrategos.