De Atrapado en el tiempo a Encuentros en la tercera fase, pasando por Dentro del laberinto y La Vida de Brian. Nos encontramos en una encrucijada repetitiva, soporífera a la par que de ciencia ficción para los ciudadanos, sin salida aparente y que necesita mucho humor para no incendiarse uno con nuestros políticos.
Mientras seguimos en un no me chilles que no te veo, echándose las culpas, vetándose y sin mover ficha o reculando, los plazos corren en contra de los ciudadanos. Desde el fracaso del pasado viernes continua la historia interminable para que el Rey proponga candidato o espere que corran los plazos.
¿Qué pasará el día después de mañana? Aunque esperemos el resplandor en la oscuridad parece que no llegará. Los políticos están para resolver los problemas pero se han convertido más que nunca en el problema. Como en la Escopeta nacional, cada uno con su partida personal, jugando sus bazas y centrado en sus intereses. Como decía un antiguo diputado del PP, “Rajoy hace de Rajoy” que es lo que mejor sabe y le funciona en detrimento de los intereses generales. Sánchez obcecado en su postura parece estar más preocupado por los cuchillos que se levantan a su espalda del partido. Un Rivera desesperado y desacreditándose por el bien de España y por evitar enfrentarse a unas terceras elecciones más polarizadas. Pablo Iglesias sin protagonismo, incapaz de aportar solución a la ecuación y con fracturas internas por cual debe ser el porvenir ideológico de esta amalgama de partidos llamada Unidos Podemos.
Y ahora Rey Felipe VI está solo ante el peligro de convocar una nueva ronda de consultas con los dirigentes de los principales partidos políticos quizás sólo para constatar que es misión imposible ponerlos de acuerdo. ¿Cuál será el discurso del Rey?
Si siguen así, sin perdón, el 1 de noviembre volveremos a disolver Cortes, cumpliendo con el art. 99.5 CE y estaremos ante las terceras elecciones, fomentando la marca España como caso único entre las democracias. Mientras tanto seguiremos sin Gobierno, con presupuestos prorrogados y sin salida aparente. Ya han anunciado que sólo se pondrán de acuerdo, y por vez primera, para evitar estar en el ojo de la tormenta el 25 de diciembre descartando que ese día haya elecciones pero no parece que eso evite que suframos de todas formas una gran pesadilla antes de Navidad.
Autor:
Francisco Jerez
