Todo el mundo sabe lo que hace un fontanero, un constructor o un médico, pero no es tan fácil saber lo que hace un consultor especialista en Asuntos Públicos.

Quienes lo somos nos hartamos de explicar lo que hacemos y, sobre todo, lo que no hacemos: no hacemos anuncios, ni somos periodistas, ni menos aún políticos… pero trabajamos con periodistas, con políticos y con los medios. Ayudamos a nuestros clientes a promoverse y a defender sus puntos de vista y sus intereses legítimos. Lo hacemos desde un punto de vista muy concreto: intentando construir buenas relaciones con su entorno público. Informamos, persuadimos, ofrecemos datos útiles, construimos puentes, marcamos estrategias y trabamos relaciones.

Para ayudar a entender los Asuntos Públicos y saber cómo servirse de sus técnicas, para lectores ocasionales o para curiosos a los que les interese en el tema, incluso para aquellos que trabajen en el sector y que necesiten explicarles a sus abuelos qué demonios es eso para lo que tienen que hablan siempre con tanta gente, aquí os dejamos las 5 cosas que todo el mundo debería saber sobre los Asuntos Públicos.Los Asuntos Públicos o Public Affairs es el término utilizado para describir las relaciones ordenadas y conscientes que tiene una organización con todo el entramado de personas, entidades, grupos, funcionarios, clientes, comunidades locales, grupos empresariales, políticos, asociaciones, etc. para mejorar o mantener su imagen y para defender públicamente sus intereses. Por si un día lo lee o lo escucha, sepa que a todo este conjunto de entes se le llama en la profesión “stakeholders”, que es eso y no una forma de preparar los filetes.

Los consultores de Asuntos Públicos establecemos relaciones con estos “stakeholders” para mantenerles informados de las posiciones de nuestros clientes, de sus puntos de vista y de sus ideas y posiciones sobre los asuntos públicos que son de su interés. Ayudamos a los decisores públicos y a los legisladores a tener más y mejor información y, de esa forma, a entender todo el contexto, siempre complejo, sobre el que tendrán que decidir. Para ello proveemos información estadística, cierta y objetiva (o acabaríamos mal) y, por supuesto, hacemos hincapié en aquellas cuestiones que podrían afectar a nuestros clientes, como regulaciones, prohibiciones y normas. Está mal decirlo, pero de esta forma las políticas públicas casi siempre ganan en matices y evitan consecuencias no previstas

Los Asuntos Públicos desempeñan una importante función en política ya que, al hacer visibles los puntos de vista de las partes interesadas, ayudan a los encargados de tomar decisiones políticas a desarrollar una legislación mejor.

El trabajo de Asuntos Públicos requiere la combinación de muchas actividades y técnicas: relaciones públicas, relaciones institucionales, relaciones con los medios de comunicación, gestión de la reputación, comunicación estratégica, inteligencia preventiva, control de crisis, contactos y networking, lobbying, monitorización de temas, organización y asistencia a eventos, obtención y elaboración de información, identificación y mapeo de stakeholders y marketing político. A veces resulta agotador, se lo aseguro.Este tipo de profesionales pueden realizar su labor ‘in house’ es decir dentro de una compañía u organización, como consultores externos en una agencia, como es nuestro caso, o incluso como freelance. Y sí, es cierto, solemos abusar de los anglicismos, pero es porque ha sido el mundo anglosajón el que más tradición tiene en esta materia y el que ha definido siempre los conceptos. En el español de Hispanoamérica se usa el término cabildeo, pero aquí nos suena raro y apenas lo usamos.

El cargo que ocupan en la industria las personas que se ocupan de los Asuntos Públicos y contratan a los consultores externos reciben muchos nombres diferentes, la mayoría de veces o todas -¡qué le vamos a hacer!- en inglés: public affairs, policy, government affairs, government relations, parliamentary affairs, parliamentary relations, European affairs, regulatory affairs, political advisor, political researcher, external affairs, external relations, International affairs, campaigns, advocacy, corporate communications, corporate affairs, research and information management, stakeholder relations, community relations o stakeholder management.

La formación habitual del profesional de los Asuntos Públicos suele estar relacionada con el derecho, las ciencias políticas, el periodismo, la gestión pública, la política o la comunicación. Aunque hay de todo, en general suelen ser personas con perfiles generalistas con una profesión de humanidades y con experiencia contrastada en el sector político público. Puede echar un vistazo aquí a nuestros perfiles y verá algunos ejemplos.Todas aquellas cuyos productos o servicios estén sometidos o puedan estarlo a alguna regulación. De hecho, son pocas las empresas ajenas a esta circunstancia, aunque, ciertamente, la intensidad de la regulación y su impacto sobre el negocio es mayor en las de gran consumo, sanitarias, transportes, obras públicas, etc. que pueden verse afectadas seriamente por cualquier cambio en la regulación.

También aquellas empresas que están afectadas por, políticas públicas, problemas de reputación o algún tipo de crisis pública. Así mismo suelen interesarse las organizaciones de la sociedad civil que quieran impulsar que se produzcan cambios normativos a favor de sus intereses. Es el caso de las ONG, asociaciones sin ánimo de lucro, fundaciones…No es fácil decirlo. Invertir en Asuntos Públicos es, de entrada, como tener un centinela en la torre del castillo. Si nunca pasa nada puede considerarse un gasto inútil, pero si pasa algo puede significar la diferencia entre la capacidad de reacción y el desastre. Pero los public affairs son mucho más que la prevención de daños porque lo cierto es que realizar un trabajo estratégico, profesional y continuado en el ámbito público permite adelantarse a la regulación, evitar riesgos, desdeñar hipotéticas inversiones erróneas y, por supuesto, aprovechar nuevas oportunidades de negocio que no se conocerían (o al menos no a tiempo) si no se ha estado atento a lo que estaba pasando en el entorno público. En este sentido, mantener una línea de trabajo en materia de Asuntos Públicos es, sobre todo, una actividad que tiene que ver con el buen gobierno y que no solamente suele ser rentable, sino que lo normal es que a largo plazo sea enormemente rentable.

Un último detalle. Lobby es el nombre en inglés del vestíbulo de los grandes edificios, incluidos los de las cámaras legislativas (de hecho, muchos hoteles utilizan ese mismo nombre para sus zonas abiertas al público). Por eso la actividad de quienes se citaban en aquellos vestíbulos con responsables públicos para exponerles sus intereses tomó el nombre del lugar y hoy se conoce la actividad de Asuntos Públicos como lobbying.